El otro día en una sesión de coaching una de mis clientas me dijo esta frase que me impactó:

“Sonia, sabes qué, me estoy dando cuenta de que soy adicta al sufrimiento”

Después de la sesión me quedé pensando, ella hablaba de como había una parte dentro de ella, una voz profunda, a la que en realidad le gustaba que las cosas no funcionaran de forma fácil en su vida.

Yo también conozco esa voz. Y aunque cada vez la puedo identificar antes la verdad es que sigue apareciendo. Hay una parte en mi que se siente muy cómoda en el sufrimiento, cuando tengo que luchar por algo, o hay algo que no acaba de funcionar en mi vida como yo deseo. Y a esa parte le encanta que yo me enfoque en todo eso que no funciona, como si fuera lo único que existe en mi vida.

Y sí, yo creo que como mujeres hemos aprendido a sufrir y a callarnos ese sufrimiento y por eso se siente algo tan “natural” y tan familiar. Al menos yo es lo que viví de pequeña, creciendo con una madre, abuelas, tías, etc. que sufrían en silencio por su situación en la familia, con maridos que no siempre las respetaban, con trabajos que no les daban lo que ellas realmente deseaban… y yo, como niña asocié el sufrir al ser mujer y esa parte en mi sigue buscando el sufrimiento de forma inconsciente.

Así que reconozco que yo también soy adicta al sufrimiento. Y al mismo tiempo, trabajo todos los días en mi mundo interior para reforzar el músculo del disfrute, de la gratitud, de mis deseos y de todo lo que puedo hacer para vivir una vida plena. Claro, con tristezas y dificultades pero sin Sufrimiento.

Y me encantará leer cómo vives tu el tema de la Adicción al Sufrimiento y como lo gestionas.