En el mundo del trabajo, hemos normalizado muchas cosas que no son normales y que, desde luego, no son buenas para nosotras. Sufrimos y aguantamos mucho más de lo que somos conscientes.

Párate a pensar si estas cosas son o no normales para ti:

– Correr sin parar, sin tener nunca tiempo de hacer las cosas que de verdad son importantes.

– Tener una sensación interior de cansancio profundo.

– Sentir que tu trabajo es demasiado para ti y que no llegas a todo.

– No sentirte inspirada en tu trabajo y no poder utilizar tu creatividad.

– Que te cueste conciliar tu vida profesional y personal y sentirte culpable cuando dejas tu trabajo para atender a tu familia o tus necesidades personales.

– Ser muy exigente y dura contigo misma.

– Estar muy pendiente de lo que opinan los demás y darte valor en función de cómo los otros te valoran.

– Sentir que tienes que controlarlo todo para que funcione como tú deseas.

– Vivir dirigida por tu lista de cosas que hacer.

¿Cuántos de estos puntos has normalizado?

Todo esto no es normal, aunque a ti te lo parezca. Párate a pensar por un momento el precio que estás pagando por vivir de esta forma y aceptar muchas cosas que realmente no son buenas ni para ti ni para tu entorno.

El primer paso para salir del piloto automático es que puedas darte permiso para soñar que puede haber una forma más fácil y humana de liderar y de trabajar. Quizás ahora no tengas ni idea de cómo la vas a conseguir, pero te aseguro que hay una manera.

Mi acompañamiento en el programa de 21 días de Liderazgo en Femenino te ayudará a revisar tu forma de liderar, descartar todo lo que no te sirve y aprender nuevas formas de hacer, que sean respetuosas contigo misma y con tu vida.

Recuerda, hay una forma femenina de liderar y cuando las mujeres la interiorizan, el liderazgo se vuelve fácil, ligero y lleno de poder.