Hoy te quiero explicar mi historia personal de abundancia, porque pienso que te puede inspirar y hacer de espejo para escribir la historia de tu vida.

De pequeña yo percibía que en mi familia la relación con el dinero era ambigua, para algunas cosas había dinero pero para otras no. Y yo no entendía cuál era el criterio y no comprendía si realmente teníamos dinero o no.

¿Podemos gastar o no podemos gastar?

También crecí con el chantaje con el dinero como moneda de cambio, a mí me daban una asignación semanal, solo si me “portaba bien”. De manera que yo no era libre de hacer lo que sintiera que quería hacer, sino que tenía que hacer lo que me decían para recibir dinero.

Cuando quise ir a la universidad a estudiar psicología, mi padre me dijo que él solo me financiaría los estudios si estudiaba derecho, que entonces era una carrera que se suponía que “daba” dinero. De nuevo, sentí que no podía seguir mi camino y tener dinero a la vez, sino que tenía que sacrificarme.

Y un largo etcétera de creencias como que el dinero no crece en los árboles, hay que sacrificarse para conseguir ganar dinero, solo se consigue con mucho esfuerzo…

Así, yo entendí que tener dinero era una forma de mostrar mi valor, y fui de un trabajo a otro con el impulso de ser independiente, y no necesitar a mis padres, no tener que pedirles nada… Siendo muy joven conseguí trabajos en los que ganaba mucho dinero y eso me permitía darme ciertos lujos, pero no era desde el gozo, sino para compensar los sacrificios que había hecho:

“me lo merezco porque me sacrifico mucho”

En un momento dado decidí emprender, primero como autónoma y luego montando mi propia empresa. Y se activaron todas mis creencias limitantes, el esfuerzo y el sacrificio estuvieron muy presentes. Trabajaba de sol a sol, ganaba dinero, pero siempre sentía que faltaba algo más, sin llegar a sentir que podía parar y disfrutar.

Por fortuna, por azares de la vida acabé en una formación de coaching y empecé a reflexionar sobre mi vida, sobre cómo vivía, lo que yo quería y elegía. Y a raíz de todos esos cuestionamientos, puse mi vida patas arriba y comencé mi proceso de TRANSFORMACIÓN. Entré en una etapa de varios años de búsqueda de mí misma, sin trabajo, con mi hija y mi hijo a mi cargo, sin familia. Puedes imaginar todos los miedos que se activaron en mí. Yo había vivido identificada con el trabajo que tenía y con el prestigio que este me daba y, de repente, no tenía trabajo ni tenía dinero.

De la mano del dinero logré integrar una serie de aprendizajes que ni imaginaba.

Desde la humildad para pedir ayuda a amigos, definirme a mí misma, aprender a gastar menos y buscar formas de ganar dinero. Sentí miedo y vergüenza, y poco a poco también fue saliendo mucha confianza. Me fui dando cuenta de que, en realidad, la vida siempre estaba allí para mí. Siempre llegaba lo que necesitaba cuando lo necesitaba.

Fue en ese proceso en el que descubrí cómo emprender en femenino y me lancé a ayudar a mujeres. Tuve que invertir muchísimo dinero de la mano de un coach para invertir mis creencias para llegar a sentir que podía trabajar sin quemarme en el trabajo, trabajando solo en algo que me gusta, pocas horas al día y de forma fácil y sin esfuerzo…

Ha sido un gran viaje, poder llegar a decidir qué quiero hacer, cuándo lo quiero hacer y cómo, y a la vez ayudar a miles de mujeres en todo el mundo y generando el dinero que necesito para vivir y cumplir mis sueños…

Lo que te quiero compartir en mi curso Yo SOY abundante es lo que a mí me ha servido que es trabajar la ABUNDANCIA DESDE DENTRO. Yo YA SOY abundante, me centro y agradezco todo lo que SÍ tengo, y desde ese lugar de paz interior, de sentirme completa y saber que ya está todo bien, atraigo lo que necesito, porque ya no lo necesito… El dinero ya no demuestra mi valor, sino que me lo doy yo misma.

Esta es mi historia personal de abundancia, querida, si ha sido posible para mí, también lo es para ti. Deja que te acompañe en mi curso “Yo SOY abundante”, de 8 semanas en las que te guiaré de forma suave para que derribes todo lo que te está bloqueando y construyas desde la confianza y el amor propio. Nos encontraremos cada semana en directo y recibirás inspiraciones y ejercicios para ir trabajando a tu ritmo, sin prisa, pero sin pausa…

Faltan SOLO 4 DÍAS para el comienzo del curso y van quedando pocas plazas, así que no pierdas esta oportunidad y ¡apúntate hoy!

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